Si supiera parar el tiempo perdido... En la noche, ¡sorprendida!... donde anduve con los pescadores. ¡Jugandome la vida por ti!.
¡Ya es tarde!... eso me dijiste, una vez.
Y ahora...
Si pudiera... alma mía... corresponderte con el dolor...
Jamas compararás las razones por las que he de alejarme...
Porque juras las lágrimas a otro lugar, donde fugarte... donde encontraras cualquier otro amor...
del que nunca podre prometerte... Más bien nunca lo hice.