El sol escribe aún sobre mis pestañas el calor de tu pasado amor
 las letras que le escribo cada noche en la luz de la luna, 
y que después cantan las luciérnagas, 
se le borran mirando seguramente cualquier otra mujer ajena...
y es así, como lo podría llegar a escuchar, con una nana de luciérnagas.

No puedo con tanto desprecio 
y me es fiel la angustia....

el tirón de pelos me tira al suelo,
le tengo enredado,..
me faltan caricias....
me cantan maldiciones...
y son perdiciones
el miedo a no reaccionar....
a cualquier otro amor...

son muchos deseos 
cogiendo cada moneda encontrada
en calles de ricos
a los que se les caen los billetes
porque van sobrados de dinero.

Fácil o difícil.
Verdadero y poco falseado
el dolor penetrado bajo mi nuca
suave y perfumada...
Es así como sigue el reloj 
de mi vida.