La rosa me da la espalda
No quiere más mi amistad
Me deja abandonada
Tratándome con brusquedad
Apoyada en pared no olvido la marejada
que había en todo rostro lo que antes era afectividad
queda reflejado la persona olvidada
lo único que tiene es vanidad
No me dio razón donde me aclare
Solo deja de trasmitir su profundo y dulce aroma
Ya me lo decía el aire.
se veía alegre
me traía la calma
y ahora cada una es libre
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